¡Hola a todos! Hoy quiero compartir con vosotros un enfoque práctico y efectivo para consolidar el conocimiento: la técnica de estudio conocida como el Método Feynman. Esta técnica no solo es útil para estudiantes, sino que también es una excelente herramienta para que los profesores puedan ayudar a sus alumnos a mejorar sus habilidades de estudio. En este post, desglosaré en qué consiste este método, cómo aplicarlo y por qué es tan útil, tanto en niveles de secundaria como en bachillerato y estudios superiores.
¿Qué es el Método Feynman?
El Método Feynman es una técnica de estudio que tiene como objetivo ayudar a consolidar y retener conocimientos a largo plazo. A diferencia de otros métodos tradicionales como el subrayado, los resúmenes o los esquemas, el Método Feynman se enfoca en dos aspectos clave:
Escribir el tema de memoria: Una vez que has hecho un estudio preliminar y tienes cierto conocimiento sobre el tema, la primera parte del método consiste en escribir todo lo que recuerdas sin mirar tus apuntes.
Explicar el tema en voz alta: La segunda parte del método es explicar lo que has aprendido a otra persona de la forma más simple posible. Esta técnica te ayuda a reforzar la comprensión y a identificar lagunas en tu conocimiento.
Cuándo aplicar el Método Feynman
El Método Feynman es ideal para la fase de afianzamiento del conocimiento, es decir, después de haber hecho un primer repaso o estudio del material. No es la técnica para el estudio inicial, sino para el momento en que ya tienes un conocimiento básico y necesitas reforzarlo y comprobar qué tanto has aprendido.
Este método es especialmente útil para estudiantes de bachillerato y aquellos que se preparan para exámenes como la EBAU, donde se requiere desarrollar temas de forma más detallada y estructurada que en niveles anteriores como la ESO.
Cómo aplicar el Método Feynman: Paso a paso
Escribir el tema de memoria
Una vez que ya has leído el tema, tomado apuntes, o hecho algún esquema, el primer paso es escribir de memoria lo que sabes sobre el tema. Esto no significa escribir todo el tema del libro, sino dividirlo en partes manejables.
Por ejemplo, si estás estudiando el sistema nervioso, puedes escribir primero sobre el sistema nervioso central y dejar para otro día el sistema nervioso periférico o la transmisión del impulso nervioso. Lo importante es que escribas lo que recuerdas sin mirar nada.
Completar lo que falte
Después de haber escrito lo que recuerdas, es el momento de revisar tus apuntes o libros para ver qué te has dejado fuera o qué has escrito de forma incorrecta. Completa la información faltante con otro color o utilizando una hoja de "olvidos".
La hoja de "olvidos" es una herramienta muy útil. Es una hoja donde anotas todo aquello que sueles olvidar o que te ha costado recordar al escribir el tema. Puedes colocar esta hoja al principio de tus apuntes, para que cuando repases, te centres primero en esas áreas más débiles.
Explicar el tema en voz alta
La segunda parte del método es contar lo que has aprendido en voz alta, como si se lo estuvieras explicando a alguien más. Puede ser un familiar, un amigo, o incluso una mascota. La clave es verbalizar el tema de forma clara y sencilla.
Si no tienes a nadie cerca, puedes grabarte explicando el tema. Aunque es más efectivo decirlo a otra persona, grabarte también puede servir como una buena alternativa.
El objetivo de esta parte es simplificar el contenido, explicarlo como si se lo contaras a un niño. Esto te obligará a estructurar la información de manera clara y ordenada, lo que te ayuda a identificar si realmente has comprendido el tema.
Hoja de "olvidos": Un extra personal
Aunque la hoja de "olvidos" no es parte del Método Feynman original, es una técnica que yo misma utilizo y que he encontrado muy útil. La idea es anotar en una hoja aparte aquellos puntos o conceptos que se te suelen olvidar cuando estudias un tema. Esta hoja te permite tener un repaso más enfocado antes de los exámenes, ya que puedes dedicar los últimos minutos a revisar justo esos conceptos que tiendes a olvidar.
Beneficios del Método Feynman
El Método Feynman tiene varios beneficios, tanto para estudiantes como para profesores que buscan ayudar a sus alumnos a estudiar de manera más efectiva:
Identificar lagunas en el conocimiento: Al escribir de memoria y verbalizar el tema, te darás cuenta de qué conceptos no recuerdas o no entiendes del todo bien. Esto te permite enfocarte en esas áreas durante el repaso.
Mejorar la capacidad de síntesis y organización: Explicar el tema en voz alta y de forma sencilla te obliga a estructurar mejor la información. Esto es crucial para exámenes donde tienes que desarrollar temas de manera clara y coherente.
Mantener la información a largo plazo: Si combinas este método con técnicas de repetición espaciada, como he comentado en otros vídeos, podrás retener la información durante más tiempo. Esto es especialmente útil para temarios densos, como los de oposiciones o universidad.
Consejos para aplicar el Método Feynman de forma eficiente
No lo hagas todo de una vez: Escribe el tema un día y explícalo otro día. No tienes que hacer todo el proceso en una sola sesión. Así podrás procesar mejor la información.
Usa el método para temas densos: Este método es particularmente útil para temarios largos y complejos, como los de bachillerato, universidad u oposiciones. Te ayuda a repasar de una manera más profunda y significativa.
Hazlo repetidamente: Como cualquier técnica de estudio, el Método Feynman es más efectivo cuando se utiliza de forma regular. No esperes resultados instantáneos, pero verás cómo mejora tu comprensión y retención con el tiempo.
Mi experiencia con el Método Feynman
A lo largo de mi vida académica, tanto en la universidad como en la preparación para oposiciones, siempre he necesitado volver a escribir los temas y decirlos en voz alta para consolidar el conocimiento. Aunque en su momento no sabía que estaba aplicando el Método Feynman, esta técnica siempre me ha funcionado para afianzar conceptos y asegurarme de que realmente entendía lo que estaba estudiando.
He usado a mi madre como oyente durante años (¡gracias mamá!), y a veces incluso a amigos o compañeros de estudio. Para mí, era fundamental contar con alguien que me escuchara, porque verbalizar el tema me ayudaba a interiorizarlo mejor.
Conclusión: Ideal para estudiantes, profesores y opositores
En resumen, el Método Feynman es una técnica de estudio que recomiendo a todos los estudiantes, desde niveles de secundaria hasta opositores y universitarios. Su enfoque en la simplicidad y la verbalización te ayudará no solo a memorizar, sino a comprender profundamente los temas.
Como profesores, también podemos utilizar este método para enseñar a nuestros alumnos a estudiar de manera más efectiva, especialmente en niveles como cuarto de ESO y bachillerato, donde se requiere un mayor grado de análisis y desarrollo en los exámenes.
Espero que este post os haya servido para conocer más sobre esta técnica de estudio. Si tienes alguna duda o comentario, no dudes en dejarlo aquí abajo. ¡Nos vemos en el próximo post!
Comments